Las zonas de conflicto son cada vez más numerosas. En la actualidad, afectan a unos 57 países considerados frágiles y a 1.800 millones de personas (el 85 % de la población más pobre del mundo) . Una cifra que se prevé que pueda alcanzar los 2.300 millones de personas en 2030. Aproximadamente un tercio de los habitantes de nuestro planeta se enfrenta a estas situaciones y, por consiguiente, a la pobreza y miseria económica.
«Con demasiada frecuencia, la fragilidad y los conflictos recurrentes impiden un avance sostenido del desarrollo de estos países. Peor aún, disuaden a los inversores. Es fundamental ser capaces de mejorar el vínculo entre el trabajo por la paz (Objetivo de Desarrollo Sostenible número 16) y la inversión privada», explica Scott Weber, presidente de Interpeace.
Habida cuenta de estos antecedentes, Mirabaud e Interpeace establecieron hace 10 años una alianza innovadora mediante la creación de un fondo compartido de inversión en países emergentes. «Estos países pueden presentar un alto potencial de crecimiento que puede verse obstaculizado o incluso erradicado por los conflictos recurrentes. Por lo tanto, nos parecía natural establecer una alianza con una organización como Interpeace, que apoya los procesos de paz endógenos, favoreciendo las condiciones necesarias para la paz y la estabilidad duradera», explica Lionel Aeschlimann, CEO de Mirabaud Asset Management.
«Este apoyo estratégico de Mirabaud y sus clientes nos ha permitido ofrecer una respuesta concreta a situaciones de vulnerabilidad y ser más reactivos cuando la situación así lo requería», indica Scott Weber.
A través de un fondo compartido, Mirabaud ofrece a sus clientes la posibilidad de orientar una parte de los beneficios hacia Interpeace, de la misma manera que el gestor de activos renuncia a una parte de sus honorarios a favor de esta ONG.
«Nos enorgullece apoyar a Interpeace desde hace 10 años. Esta alianza reúne a nuestros clientes y al grupo Mirabaud en torno a un enfoque común», continúa Lionel Aeschlimann. «El apoyo a largo plazo es fundamental en el contexto de los procesos de paz».
«La estructura de este fondo, que combina rendimiento y sostenibilidad, facilita el acceso a esta causa a los inversores que deseen alcanzar este objetivo», resume Lionel Aeschlimann. «Gracias a su experiencia financiera e internacional, Ginebra puede desempeñar un papel crucial ante este reto», añade.
Diez años después de la creación de esta alianza se ha consolidado un movimiento que combina las finanzas y la sostenibilidad, como demuestra la Conferencia «Building Bridges» que se celebrará en Ginebra del 29 de noviembre al 2 de diciembre. «Al crear este mecanismo hace una década, Mirabaud fue una entidad visionaria por lo que respecta a cómo las finanzas pueden apoyar los esfuerzos en favor de la paz y nos complace poder continuar con este impulso», señala Scott Weber. De hecho, Interpeace desvelará las líneas maestras de su iniciativa «Finanzas por la paz» en una mesa redonda que tendrá lugar el 1 de diciembre durante el evento «Building Bridges». Este proyecto pretende seguir acercando los mundos de las finanzas, el desarrollo y la paz y se plasmará en una plataforma de colaboración, acción e investigación para desarrollar nuevos productos financieros en favor de la paz. El objetivo es contribuir a un verdadero mercado mundial de inversión por la paz.
Fundada en 1994 por las Naciones Unidas, Interpeace es una organización internacional con sede en Ginebra dedicada a la construcción de paz. La organización respalda procesos de paz endógenos en más de 20 contextos y apoya a la comunidad internacional y, más concretamente a las Naciones Unidas, para fortalecer sus estrategias de intervención en contextos de fragilidad. Su propósito es apoyar a las comunidades para que puedan resolver sus conflictos por ellas mismas y alcanzar una paz duradera sin imponer soluciones ajenas a los países afectados.